TESIS: Las apariencias engañan.
Argumento 1: Predico y no practico.
Argumento 2: Algunos hechos no son lo que parecen.
El escritor de la pequeña narración es un Uruguayo, animado a cambiar con sus textos un poco las sociedades modernas; así como lo demuestra en esta narración, el escritor y filosofo plasma un hecho cotidiano de los seres humanos y es el de emitir juicios sin antes tener la certeza de lo que paso realmente. Además algo interesante que se percibe en el texto es la descripción de un típico barrio de clase media en Uruguay, pero que fácilmente cualquier Latino que conozca lo propio de vivir en barrio, se ve identificado con la escena; ya que es algo que le da a la narración un sentimiento social y cotidiano. Se podría pensar entonces que la intención del autor es la de hacer reflexionar al lector acerca de algo que acontece con frecuencia y que además interfiere en lo que idealmente es una sana convivencia, en la cual el libertinaje y la privacidad se proclaman como pilares del buen funcionamiento.
Concuerdo en que es una historia con mucha fluidez y que deja un mensaje muy claro: Las Apariencias Engañan, sin hablar de apariencias físicas de las personas, son mas bien las apariencias de los hechos tal y como muchos quieren verlos. Hechos que son cuestionados, debatidos e incluso solucionados cuando estos hechos no poseen titulo propio de pertenencia, por el contrario, hechos que pertenecen al que esta a su izquierda o derecha. Como dice frases populares y con cierto grado de sabiduría -No oís intereséis por vuestras contrariedades-.
En fin continuando con la narración, empieza cuando el narrador se cuestiona acerca de una pelota de cuero que hay en una canchita al cruzar la calle que pasa al frente de su casa, la curiosidad es por un hombre y no por la pelota, bueno por la pelota en un inicio, pero lo que inquieta es que aquel hombre se queda fijamente viendo la pelota casi como una estatua. Aquel hombre que era demacrado, se la pasaba horas sentado, desde que el narrador (llamémosle Jorge) salía al trabajo hasta que regresaba.
En el vecindario se rumoraba acerca del hombre y Jorge participaba activamente de aquel debate que no les pertenecía. Le cuadraban la vida, llegaron a enviarlo con palabras al manicomio, unos decían que no valía un peso, que no hacia nada por la vida, era aquel hombre tema de conversación de las viejas chismosas, del barrio y de Jorge con su esposa.
La historia llega casi a su fin, cuando Jorge y algunos otros del barrio van a jugar un picado a la canchita y Jorge decide patear aquella pelota vieja de cuero, sucede que el hombre enfurece y le arroja a Jorge una botella que llevaba en la mano. La muchedumbre gritaba cosas en contra del hombre hasta que salio su mujer e hizo pasar a Jorge y al marido a la pequeña choza de casa que tenían. Finalmente Jorge se da por enterado del misterio de la pelota de cuero y el hombre, un misterio que representaba la promesa de un padre a un hijo fallecido. En donde le prometía cuidar la posición exacta de aquella pelota tal y como si su hijo fuera a patear un penal.
Mirar con mayor profundidad esta narración, ha permitido entender un error muy común en los seres humanos y es el de mirar hacia fuera pero muy pocas veces mirar hacia adentro. Los gobiernos hablan de democracia, pero casi de manera instantánea están callando la libertad de expresión; muchos se atreven a invadir con la mirada la intimidad de los suyos, pero pocas veces se examinan tan minuciosamente axial mismos; y axial como estos se podrían nombrar mas casos que comparten algo común, predicar y no practicar.
Por eso la invitación es primero mirar hacia dentro y segundo seguirlo haciendo.
Concuerdo en que es una historia con mucha fluidez y que deja un mensaje muy claro: Las Apariencias Engañan, sin hablar de apariencias físicas de las personas, son mas bien las apariencias de los hechos tal y como muchos quieren verlos. Hechos que son cuestionados, debatidos e incluso solucionados cuando estos hechos no poseen titulo propio de pertenencia, por el contrario, hechos que pertenecen al que esta a su izquierda o derecha. Como dice frases populares y con cierto grado de sabiduría -No oís intereséis por vuestras contrariedades-.
En fin continuando con la narración, empieza cuando el narrador se cuestiona acerca de una pelota de cuero que hay en una canchita al cruzar la calle que pasa al frente de su casa, la curiosidad es por un hombre y no por la pelota, bueno por la pelota en un inicio, pero lo que inquieta es que aquel hombre se queda fijamente viendo la pelota casi como una estatua. Aquel hombre que era demacrado, se la pasaba horas sentado, desde que el narrador (llamémosle Jorge) salía al trabajo hasta que regresaba.
En el vecindario se rumoraba acerca del hombre y Jorge participaba activamente de aquel debate que no les pertenecía. Le cuadraban la vida, llegaron a enviarlo con palabras al manicomio, unos decían que no valía un peso, que no hacia nada por la vida, era aquel hombre tema de conversación de las viejas chismosas, del barrio y de Jorge con su esposa.
La historia llega casi a su fin, cuando Jorge y algunos otros del barrio van a jugar un picado a la canchita y Jorge decide patear aquella pelota vieja de cuero, sucede que el hombre enfurece y le arroja a Jorge una botella que llevaba en la mano. La muchedumbre gritaba cosas en contra del hombre hasta que salio su mujer e hizo pasar a Jorge y al marido a la pequeña choza de casa que tenían. Finalmente Jorge se da por enterado del misterio de la pelota de cuero y el hombre, un misterio que representaba la promesa de un padre a un hijo fallecido. En donde le prometía cuidar la posición exacta de aquella pelota tal y como si su hijo fuera a patear un penal.
Mirar con mayor profundidad esta narración, ha permitido entender un error muy común en los seres humanos y es el de mirar hacia fuera pero muy pocas veces mirar hacia adentro. Los gobiernos hablan de democracia, pero casi de manera instantánea están callando la libertad de expresión; muchos se atreven a invadir con la mirada la intimidad de los suyos, pero pocas veces se examinan tan minuciosamente axial mismos; y axial como estos se podrían nombrar mas casos que comparten algo común, predicar y no practicar.
Por eso la invitación es primero mirar hacia dentro y segundo seguirlo haciendo.
No. Palabras: 703
